El diésel y Pablo Casado - Go Green Madrid

Pablo Casado está de gira andaluza haciendo promoción de las propuestas de su Partido Popular. Entre los diversos tweets que lanzó ayer, una en especial me llamó la atención: Rechazamos el impuesto al diésel que afecta a más de 17 millones de conductores. No es la primera vez que dice esto – incluyo debajo una declaración que realizó en septiembre de este año.

¿A qué se refiere Casado con «el impuesto al diésel»? Es una propuesta que el gobierno de Sánchez está sondeando y, con posibilidad, implementarán el año que viene en España. Se trata de eliminar la rebaja al impuesto de diésel e igualarlo al de la gasolina. Es decir, el diésel tiene una ventaja impositiva. Esto es lo que se quiere eliminar. Naturalmente, Casado, que habla de demagogia, no lo concibe como un equilibrio de presión fiscal, sino como un impuesto al diésel…

Los exentos a esta medida serían los profesionales (ej. transportistas y taxistas) que utilizan el transporte como medio de transporte. Se estima que supondría un coste de 3,3€ al mes (es decir, unas dos cañas).

¿Por qué es importante eliminar la rebaja al impuesto de diésel y qué efectos podría tener?

Lo más obvio – contribuye a reducir las emisiones a la atmósfera (algo bueno para nuestra salud y la de nuestro entorno, digo yo). Estimaciones científicas establecen que esta medida reduciría las emisiones de CO2 y las de Óxidos de Nitrógeno hasta un 6% en nuestro país.

Incrementa la recaudación pública (hasta 1.000 millones año) – un dinero que se invertiría en transporte público, i+d de tecnologías de transporte limpias y/o políticas de renovación de automóviles.

Desincentiva la compra de automóviles de diésel y hace más atractivas otras opciones de transporte más ecológicas.

¿Qué dice Pablo Casado sobre esto?

Él y su partido rechazan de plano la propuesta de eliminar la rebaja al impuesto del diésel. ¡Ojo! – la narrativa tergiversada de Casado habla de «impuesto al diésel» (apela al miedo entre los conductores de vehículos de diésel), en vez de lo que realmente es: equiparar la fiscalidad del diésel y la de la gasolina.

Su solución para reducir las emisiones se centra exclusivamente en la renovación del parqué automovilístico – una política que, irónicamente, ya adoptó el PSOE en 2008 bajo el gobierno de Zapatero (Plan VIVE). Eso sí, no aclara de dónde van a sacar el dinero para renovar el parqué automovilístico – algo bastante clave.

Además, Casado promueve el mensaje que los automóviles diésel de nueva generación cumplen con la normativa Euro 6 y por tanto, son mucho menos contaminantes. Datos demuestran que esto es falso. Estudios científicos recientes concluyen que solamente el 10% de los automóviles Euro 6 cumplen con el nivel permitido de emisiones. El resto de los automóviles de diésel (90%, que no se nos olvide) exceden los limites del Euro 6 en hasta 12 veces. Estos son datos de finales del 2017 y en base a 145 vehículos distintos y testados en condiciones reales de uso.

Por tanto, la solución de Casado, no solamente es floja de cara al medio ambiente y políticas de transporte renovables, si no también falsa en cuanto a sus afirmaciones.

Tanto el Reino Unido y Francia (ambos con gobiernos conservadores) han anunciado recientemente medidas para desincentivar el diésel, incluyendo presiones fiscales para vehículos de diésel y beneficios hacia automóviles híbridos y eléctricos.

La propuesta del gobierno actual no es una idea disparatada y está alineada con directrices de la Comisión Europea que principalmente son tres a cumplir para el 2020: